domingo, 10 de diciembre de 2017

Irlanda




Abrazados en montañas bien tajantes,
por el aire que nos exige bailar,
lanzan piedras en la fiesta, con esmero,
sin un "quiero" que sea boda
ni un adiós de funeral.


Decibelios sin visado siguen presos
amarrados a barandas tan salvajes
que cantan en los paisajes sin aliento
de volar a ras de suelo,
de peinar el oleaje.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Murallas




Soy de acero
reteniendo mares de agua salada,
evitando que mi tez quede empapada
y, agrietadas, mis manos pidan soñar.

Desconsuelo.
Sin quererlo me acostumbré a los inviernos
y del frío hice mi fiel compañero.
¡No!
No me hospedo en la Navidad.

Victoria
es desgranar, a pedazos, batallas,
derribar a sonrisas murallas
que intimidan a la libertad.

lunes, 22 de mayo de 2017

Acuarelas
















Acuarelas encharcadas y una tarde temerosa
por la prosa de su falda que danzaba sin bailar.
Primavera a flor de piel, una piel que se marchita,
al bañarse en alquitrán
bajo la luna vacía embargada en tus placeres.
Dos chavales, medio lejos, sin palabras que decir,
porque ya se dijo todo y, aunque no se quiera ver,
la mirada de sus ojos pone rumbo a otro lugar
por gritar en tal escena en la que poder vivir
sin recelo, ni coraza, sin mordaza en sus quehaceres.

viernes, 31 de marzo de 2017

Mares



Hoy te cuento que he salido a navegar
entre mares de agua no potable
e, inestable, la deriva llega ya,
cuando el aire se reparte
y nos eleva hacia otra parte
dónde cubren las estrellas sin brillar.


sábado, 25 de febrero de 2017

El trueno

Licencia para no-llorar
cuando tumbas mis silencios.
Hoy los vientos no salieron a revolotear
porque el trueno quema dentro
y aquí hay fuegos que apagar.

Caminante de paseos,
los deseos no se tocan
sino aprendes a volar.
Salté alto y me caí
y, directo a la palestra
con la orquesta de Caín,
me bailé todos los ruidos
que cantabas en abril.

domingo, 22 de enero de 2017

Caimán



Ten vergüenza y no la des

arañando ferozmente la decencia.
No consumas bruscamente mi paciencia,
que no quiero hacer llover.

Al caimán ya le pasó
por llorar sin condiciones.
No despiertas emociones
y,
aunque no lo quieras ver,
se marchita lo qué tocas.

Tempestades de vinagre y acidez,

lo qué siembres lo recojas.