lunes, 22 de mayo de 2017

Acuarelas
















Acuarelas encharcadas y una tarde temerosa
por la prosa de su falda que danzaba sin bailar.
Primavera a flor de piel, una piel que se marchita,
al bañarse en alquitrán
bajo la luna vacía embargada en tus placeres.
Dos chavales, medio lejos, sin palabras que decir,
porque ya se dijo todo y, aunque no se quiera ver,
la mirada de sus ojos pone rumbo a otro lugar
por gritar en tal escena en la que poder vivir
sin recelo, ni coraza, sin mordaza en sus quehaceres.